La contaminación causa enfermedades que conducen a la muerte.
El cianuro, el drenaje ácido y los metales pesados en el agua, suelo y el aire causan graves enfermedades. La exposición a niveles altos de cianuro produce daños al cerebro y al corazón, estado de coma y muerte; y la exposición a niveles bajos dificulta la respiración y causa vómitos, cambios en la sangre y dolor de cabeza. Las 7,300 toneladas de cianuro que Pacific Rim utilizaría sólo en El Dorado causaría una mortandad en Cabañas y las aproximadamente 211,700 toneladas de los 29 proyectos mineros de la zona norte provocarían una gigantesca tragedia humana.
El arsénico produce lesiones en la piel, trastornos respiratorios y cáncer de piel, gástrico y de pulmones. El mercurio daña el sistema nervioso, gastro intestinal y renal; y produce temblores, ceguera parcial, abortos y malformación congénita. Esto ya sucede en antiguas zonas mineras en el nororiente del país: la insuficiencia renal es la primera causa de muerte en el Hospital San Juan de Dios, en San Miguel. El antimonio, cadmio, cromo, plomo, selenio y talio son metales pesados generados por las minas que se incorporan al agua, aire y al suelo. Son bioacumulables y provocan aumento del colesterol en la sangre, descenso del azúcar y náuseas (antimonio); lesiones renales, cáncer de pulmón y osteoporosis (cadmio); cáncer de riñón, daños al hígado y problemas al tejido fino nervioso (cromo). El plomo causa a los niños retardo físico y mental, desconcentración e incapacidad de aprendizaje; y en los adultos trastornos renales, del sistema nervioso e hipertensión.
Fuente: 10 razones del NO a la minería metalica en El Salvador