Después de varios meses de esconderse en el silencio, Pacific Rim aparece públicamente para desvincularse de los asesinatos, atentados y demás crímenes cometidos en el cantón Trinidad, Sensuntepeque (Cabañas), en el marco de la resistencia contra los proyectos mineros. Según la empresa, tales delitos se deben a las rencillas personales y familiares en dicha comunidad.
Esto sostienen personeros de Pacific Rim en programas de radio, entrevistas en televisión y lo plantean también publicaciones en periódicos. Una de éstas –incluso– afirma que las organizaciones ambientalistas denuncian unos crímenes, pero callan otros. Tal acusación es falsa, pues la Mesa frente a la Minería advirtió sobre la conflictividad que se gestaba en Cabañas y, después, exigió a las autoridades –fiscales y policiales– esclarecer todos los crímenes y castigar a sus autores materiales e intelectuales.
Ante esto, la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica, expresa lo siguiente:
1- Reiteramos que los crímenes en Trinidad, como también la desaparición, torturas y asesinato de Gustavo Marcelo Rivera, las amenazas al personal de Radio Victoria, atentados al padre Luis Quintanilla y demás vejámenes contra líderes comunitarios en Cabañas, se deben a la conflictividad generada por los proyectos mineros de la empresa Pacific Rim y a la impunidad que causó la inacción de las autoridades fiscales y policiales.
Las rencillas personales o familiares que posiblemente existen en Trinidad, se deben a las operaciones de Pacific Rim en la zona y a las opiniones a favor o en contra que sobre la minería adoptaron los miembros de la comunidad. Cabañas –a pesar de su alta pobreza y exclusión– fue de los departamentos menos violentos del país, pero esto cambió con el arribo de la cuestionada compañía extractiva.
Por tanto, la causa principal de la conflictividad y los crímenes resultantes de ésta, no son las disputas entre vecinos, sino la presencia de Pacific Rim.
2- Insistimos en el llamado a la Fiscalía General de la República y a la Policía Nacional Civil a esclarecer todos los asesinatos, atentados y demás crímenes cometidos en Cabañas, identificando y castigando a todos sus responsables intelectuales y materiales, sin importar quiénes sean.
3- Ratificamos nuestra propuesta de aprobar una Ley que prohíba la minería de metales en el país, para terminar de raíz la causa de los asesinatos y demás violaciones a los derechos humanos en Cabañas, y alejar para siempre la amenaza de la peligrosa extracción de metales preciosos en El Salvador.
San Salvador, 27 de enero de 2010.