La actual crisis mundial ha puesto a prueba todos los parámetros, preceptos y políticas del modelo y sistema económico mundial imperante, ha provocado un escenario de incertidumbre, dando origen a propuestas que pretenden encontrar soluciones rápidas para salir del estancamiento económico en el que se encuentra la economía mundial.
En este contexto de crisis, el oro aparece como el activo ideal para el refugio de los inversionistas y como un instrumento de especulación significativo, provocando que en los últimos meses la onza troy llegue a cotizarse por encima de los US$1,900.00 convirtiendo así a cualquier inversión que implique la extracción o manipulación del oro en una inversión extremadamente rentable y segura para la acumulación del capital.
Por tanto, la industria minera tiene en la actualidad una verdadera fortuna en sus manos, sobre todo si puede realizar sus operaciones a bajos costos y con muy pocas o nulas regulaciones sobre su actividad. Estas condiciones se cumplen a la perfección en los países tercerizados o periféricos, como los de la región centroamericana, países que poseen importantes reservas naturales, incluyendo en ellas un porcentaje considerablemente atractivo de metales preciados, como el oro, plata, cobre, uranio, etc. presentando así un escenario de interés para la industria minera.
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*Artículo original aparecido en: http://alainet.org/publica/alai470.pdf