El pueblo salvadoreño se moviliza en defensa del Agua y La Creación, celebrando la XIII Caminata Ecológica y rechazando la minería
En el marco del -Día Mundial del Medio Ambiente- que se celebra el 5 de junio de cada año, organizaciones religiosas, sociales y ambientalistas, centros escolares, comunidades y población en general nos movilizaremos el próximo 6 de junio desde la Plaza del Divino Salvador del Mundo hacia la Asamblea Legislativa para reiterar nuestras demandas por la gestión sustentable de nuestro medio ambiente. La XIII Caminata Ecológica gira en torno a dos temas cruciales para el país: el agua y la minería.
En efecto, en El Salvador hablar de agua y minería, es abordar dos temas excluyentes, que expresan claramente la grave crisis civilizatoria, humanitaria y, finalmente, ecológica que impera en nuestro medio social. Estamos al borde del precipicio, llamados urgentemente a recuperar y a garantizar la gestión sustentable del agua y a prohibir la activación de la minería metálica que constituye el tiro de gracia para la grave situación de deterioro y contaminación que, según datos oficiales, alcanza al 98% de los ríos que tenemos. Este 6 de junio nos movilizaremos para exigir a las y los diputados de la Asamblea Legislativa la aprobación de la Ley General de Aguas y de la ley de prohibición de la minería metálica.
Este año, la XIII Caminata Ecológica que anunciamos se reviste, además, de algunos elementos especiales. Por un lado el recién electo Papa Francisco nos ha llamado recientemente a ser custodios de la Creación y a detener los signos de destrucción y muerte que acompañan al mundo. El llamado, evidentemente es para todas las personas, no únicamente a aquellos que nos encontramos organizados contra proyectos de muerte como la minería, las represas hidroeléctricas, los rellenos sanitarios inconsultos, etc. Y esto hace justamente eco del segundo elemento que nos convoca para esta XIII Caminata Ecológica:el 50 aniversario de la encíclica Pacem in Terris o Paz en la Tierra, que el Papa Juan XXIII lanzó al mundo como un llamado para no limitar la paz a una coexistencia pacífica, si no a su construcción diaria, donde se consideran profundamente los derechos ajenos y la necesidad de promover la reconciliación en todos las dimensiones sociales. La crisis ecológica es, en este sentido, una muestra de la urgente necesidad de promover una cultura colectiva que privilegie la sustentabilidad de los limitados bienes y recursos que compartimos como especie; descartando valores de consumo y depredación que alimentan únicamente el perverso ánimo de lucro de élites y minorías acaudaladas y poderosas.
Las diferentes ediciones de la Caminata Ecológica han servido siempre para llamar a las autoridades de turno a corregir el rumbo de las políticas ambientales que impulsamos como país. Desde los diferentes espacios sociales en que participamos, proponemos en piezas de correspondencia dirigidas a las y los diputados de la Asamblea Legislativa, alternativas a casos de atropellos contra la naturaleza y contra poblaciones indígenas, contra los derechos de la la vida, a la salud, al medio ambiente sano, a la consulta pública previa e informada de diferentes sectores y poblaciones de comunidades todo el país.
Reiteramos que la Caminata Ecológica es una expresión cada vez más fuerte de lucha contra un sistema hegemónico que impone con violencia paradigmas de desarrollo que no corresponden a la realidad que tenemos y que, por el contrario, la amenazan. Rechazamos la falsa idea del crecimiento ilimitado en un planeta que ya ha tocado sus límites. Rechazamos los paradigmas hegemónicos construidos y reconstruidos por décadas que nos tienen hoy contra las cuerdas y al borde de la autodestrucción. El agua debe garantizarse para la población como un Derecho Humano fundamental, no como una mercancía al servicio de pocos o al servicio de industrias contaminantes y destructoras como la minería metálica.
Si en verdad nuestros gobernantes promueven un país en paz, digno, justo y equitativo, deben retomarse las medidas que estamos planteando por un medio ambiente sano y sustentable.
Sres./Sras. Diputados/as: ¡Aprueben ya una Ley General de Aguas y prohibamos la minería metálica en El Salvador!