Publicado por: Diario Colatino
30 septiembre, 2017 en Nacionales, Portada Deja un comentario
Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
De pié y sobre el gigantesco cúmulo de broza del proyecto minero San Ándres, Miguel Ángel López, junto a un grupo de comunitarios que integran el “Comité Ambiental de Azacualpa”, se encuentra lidiando contra la depredación de la tierra, el agua y el aire que generan las intervenciones extractivas de Mineras de Occidente (MINOSA), subsidiaria de Yamana Gold, en el municipio la Unión Copán, departamento de Santa Rosa de Copán, Honduras.
Ni los 1, 200 metros sobre el nivel del mar del Cerro Cortez y Cerro El Cementerio han podido obstaculizar la entrada de maquinaria pesada a sus entrañas en busca de los metales preciosos como el oro y la plata. Para Miguel, estos cerros que lucen ahora sus cumbres achatadas luchan ante una nueva afrenta moral, la exhumación de los restos óseos del cementerio de la comunidad Azacualpa.
“Lo que está ocurriendo en estos momentosviene de mucho tiempo atrás, con la empresa Mineras de Occidente (MINOSA), que han venido firmando unos adeudos anteriores y están llegando a nuestro cementerio. Donde la empresa hace pagos a familiares de personas que se encuentran enterrados en el cementerio para descuajar la zona, para seguir con su proyecto minero y como autoridad del Patronato estamos respetando la decisión de cada campesino si quiere que exhumen los cadáveres pero los que no acepten, estamos aquí para apoyarlos”, explicó.
Como presidente del Comité Ambiental y del Patronato de Azacualpa, López señaló que se mantienen informando a la comunidad que la empresa minera ha botado al río Lara metales pesados y otros contaminantes que han generado la muerte de un alto número de peces y aves de rapiña que consumieron los pescados en descomposición.
Las afectaciones trascienden además, dentro de la comunidad, porque algunos están dispuestos a seguir trabajando en las minas, sin importar el desarraigo que han sufrido las comunidades como la de San Ándres Las Minas, que fue reubicada abajo del cerro Cortez, que ha sido explotado en su totalidad y ahora el cerro El Cementerio que viene siendo intervenido en la parte Sur.
“Sí hubo el 14 de abril de 2014 un desalojo donde intervino la Policía Militar, la Policía Nacional del Estado de Honduras y fuimos detenidos 25 personas entre hombres, mujeres, menores de edad y adultos mayores; al final fuimos 18 a los que nos tuvieron con medidas cautelares por un período de tres años, claro no nos hallaron culpables de la acusación de manifestación ilegal e usurpación, al final salimos. Aquí el movimiento social es criminalizado”, reafirmó.La situación de la minería y las aguas transfronterizas es una amenaza latente reafirmó Encarnación René Valle, Vicario Episcopal de San Vicente, y quien junto a una delegación de Cáritas de El Salvador ha decidido sensibilizar a los pueblos y gobiernos circunvecinos a fin de buscar acuerdos que aminoren la contaminación de ríos, lagunas y lagos de la región centroamericana.
“Sabemos que esto de la minería es un problema hemos constatado el deterioro del medio ambiente y como Cáritas que es una institución de la iglesia católica, siempre estaremos a favor de la vida y nunca a favor de la muerte y el Papa Francisco en su documento -Laudato Si- viene a reiterar esta decisión. Sorprende e impresiona grandemente toda esta catástrofe del medio ambiente y, sobre todo, lo de lo sepulcros que van a remover a estas personas por intereses mezquinos que lleva todo esto del oro y la plata”, reflexionó.
Y no es para menos la preocupación, no solo la suman los 111 mártires ambientales sino que los últimos asesinatos en Honduras.
Solo en Guatemala existen al menos nueve proyectos mineros, que incluye una mina de uranio y otros 42 procesos de minería en Honduras, y aunque en El Salvador existe una Ley de Prohibición de la Minería Metálica, la vulneración por un cambio en la correlación de fuerzas políticas en la Asamblea Legislativa o la falta de un marco jurídico trinacional, es una alerta de peligro, que para Cáritas de El Salvador debe ser abordada de inmediato.
Guillermo Navarro, Coordinador de Agua y Minería de Cáritas de El Salvador, dijo que es de vital importancia para defender la vida, el medio ambiente y evitar el conflicto social en los tres países que conforman el Triángulo Norte, donde las personas que viven en pobreza deben optar a alternativas más integrales.
“Hemos invitado a unos sacerdotes y líderes de la comunidad aquí a Honduras, para hablar sobre esto, y también para convencerlos de la importancia que tiene para la iglesia católica en la defensa de la vida, y cuando hablamos de esto incluye el agua y el medio ambiente. Lo que ocurre en Honduras o Guatemala nos afecta de manera directa porque El Salvador es un país de aguas transfronterizas. El río Lempa que es un importante afluente del país, nace en Guatemala, entonces es importante desarrollar un enfoque regional”, aseguró.
El documento en cuestión, agregó Navarro, se trata de un manejo integral de las aguas transfronterizas que la han presentado en el Parlamento Centroamericano (PARLACEN), en el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y con los diputados de Honduras y El Salvador con quienes vienen desarrollando un proceso de diálogo, así como Cancillería de El Salvador.
“Esto nos está dando mucho frutos porque el Salvador, al igual la iglesia se ha involucrado para acompañar cambios significativos y también es importante incluir, lograr que se evite criminalizar al movimiento social. Cáritas de El Salvador forma parte de una red centroamericana en defensa de las aguas transfronterizas, y estamos dispuestos a seguir ese reto por defender la vida”, puntualizó Navarro.